22.12.12

Blessed.


Maldita tu manía de colarte entre mis palabras y robármelas una a una con ese mar en calma.  Maldito tu mar por alborotar mi café, y maldito mi café por querer ser bebido por tus labios.  Malditos tus labios por susurrar azul en mis oídos. Malditos mis oídos por estremecerse en tu melodía. Maldita tu melodía por buscar los acordes en mis suspiros, y malditos tus suspiros por jugar con las ideas de mi pelo. Maldita la idea que tuvieron tus brazos de buscarme la primera vez. Maldita la primera vez que decidí que aquella cárcel era libertad.

Malditas mis ganas de no echarte de menos.
Malditas mis ganas de decirte que te quiero.

4.12.12

Lava.

Contó la sirena al viento
lo que el mar no quiso confesar,
que sus aguas buscaban la arena
de una dulce mañana de sal.

Volaron gaviotas de día
tejiendo redes al alba
con suaves estelas de deseo
que eran sus ojos de lava.

Susurró la sirena,
me arrulló el mar,
me perdí en la arena
y en tu sabor a sal.

Aleteó una gaviota,
que antaño cantaba
en suspiros de alma rota,
la sinfonía del alba.

Cuerpo plagado de estelas,
inocente mirada de estrellas,
certero deseo
de ojos de fuego,
mirada de incienso
y delicado «te quiero».