«A la realidad le gustan las simetrías y los leves anacronismos», dijo Borges.
Y yo todavía me esfuerzo en desmontar su teoría descubriendo los números. Los que no coinciden. Los que sólo yo tenga muy, muy debajo de la piel. Y también encima. Pero los míos.
Y yo soy ya una experta en e s q u i v a r las simetrías —que no obviarlas—, y trabajarlas con martillo y cincel. Y hacerlas asimÉTRICAS. Y más bellas. Y más permanentes. Y más inolvidables. Y más vivas.
Y yo me esfuerzo en inventar una realidad más nuestra. Y también tú.
Y yo, a veces, todavía me pregunto quién soy yo.
Y yo, a veces, y tú, otras tantas, somos tú, a veces, y yo, otras muchas.