Grítame, mi niña,
grítame que yo me entere
cómo era ver el mundo con tus ojos
y reírle con tu risa
y dejarlo como tonto.
Grítame, mi niña,
grítame que yo me entere
cómo era poner un pie
delante del otro
y hacer camino
y sentir del todo.
Grítame, mi niña,
grítame y dile a Wendy
que sobran puntadas en la sombra
y me faltan unas cuantas en el alma
para reírle con tu risa
y caminar como caminas...
...y asegurarme tu presencia.
Grítame, mi niña,
grítame, que no me entero.
Que se me han cerrado las miras
que sólo veo el color negro.