Amenázame con una hoja en blanco. Vamos, hazlo. No sé quién saldrá ganando o perdiendo, si tú, yo, o tal vez los dos. Vamos, rétame con esa sonrisa de suficiencia o con esos ojitos de cordero degollado. Rétame con tu voz de terciopelo, o con tus gélidas palabras hirientes. Pero hazlo.
Escribiré cada letra al ritmo de mi joven corazón; cada palabra con el calor que tu aliento desprende bajo las sábanas; cada frase con el recuerdo de tu voz clavado en mis iris marrones. Y ten por seguro que entonces robaré tu corazón, tu calor y tu sonido. Y ni mis latidos serán los de siempre, ni tu respiración me acariciará igual, ni nuestros ojos bailarán de la misma manera.
Vuelve a hablarme. Vuelve a ignorarme. Vuelve a sentirme. Vuelve a eludirme. Vuelve a besarme. Vuelve a mentirme. Vuelve a enamorarme.
Amenázame con una hoja en blanco. Vamos, hazlo. Y sorpréndete con el resultado. Pero hazlo.
A mi me suelen amenazar con otras cosas, pero para gustos los colores jaja
ResponderEliminarMe gusta mucho, muy fluido.
Es que "amenázame con un bazooka" me cortaría el relato muy pronto, ¿sabes? En plan... "Amenázame con un bazoBUM". Y claro, pierde la gracia xDDD
EliminarMuchas gracias por leerme, Diego ^^
Vale... es cierto, no lo había pensado.
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