15.3.13

...tal vez no bajaran la guardia durante demasiado tiempo.

«Era temprano. Al sol le costaba despuntar sus primeros rayos de sol en un horizonte incierto. Y eso era lo que preocupaba a Donovan Schat mientras gobernaba el barco a la par que gobernaba su vieja pipa. Había visto tantos horizontes y había pensado tanto mientras trataba de alcanzarlos como una quimera… Y es que en realidad eso eran los horizontes, ¿no? Quimeras. Ilusiones. Metas inalcanzables que huían de nuestros pasos. Tal vez ese era el encanto de los horizontes y también el de las metas: seguir navegando y no parar jamás. Vivir aspirando al máximo. Vivir.»

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